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CONTRERAS VELÁSQUEZ FERNANDOCONTRERAS VELÁSQUEZ FERNANDO
Articulos

Importancia de la evaluación y formulación de proyectos 

Introducción

En un entorno económico caracterizado por la incertidumbre, la inflación y la volatilidad de los mercados, la formulación y la evaluación de proyectos son esenciales para transformar ideas en iniciativas rentables y sostenibles. La formulación establece la base estratégica mediante la identificación de oportunidades y la estructuración de planes, mientras que la evaluación analiza la viabilidad financiera, operativa y estratégica. Estos procesos no solo mitigan riesgos, sino que optimizan el uso de recursos y aseguran la creación de valor para los interesados. Este artículo profundiza en las herramientas y las metodologías clave, integrando enfoques tradicionales y avanzados con un enfoque en su aplicación práctica. 

Como afirmó Peter Drucker, considerado el padre de la gestión moderna, “la gerencia es hacer las cosas bien; el liderazgo es hacer las cosas correctas”. Esta distinción resalta la necesidad de una formulación precisa y una evaluación objetiva para asegurar que los proyectos no solo se ejecuten eficientemente, sino que también contribuyan al crecimiento sostenible. En un contexto donde la incertidumbre económica persiste, impulsada por factores como la inflación y la volatilidad de los mercados, la importancia de estos procesos se amplifica.  

II. La formulación de proyectos: base para la innovación y alineación estratégica 

La formulación de proyectos es el primer paso en el ciclo de vida de una iniciativa. Abarca la identificación de oportunidades, la definición de objetivos y la elaboración de un plan detallado. Este proceso se basa en el análisis de negocios y utiliza herramientas como el análisis FODA y el modelo de las Cinco Fuerzas de Porter para evaluar el entorno competitivo. Benjamín Franklin dijo: “Una inversión en conocimiento paga el mejor interés”, subrayando la importancia de basar la formulación de proyectos en datos sólidos y conocimiento experto para generar valor duradero. 

Uno de los aspectos clave en esta etapa es el Estudio de Factibilidad, que abarca dimensiones técnicas, económicas y legales. En términos financieros, se calcula el Costo Total de Propiedad (TCO), que no solo incluye los costos iniciales, sino también los costos operativos y de mantenimiento a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Sin una formulación sólida, los proyectos corren el riesgo de desviarse; en consecuencia, se pueden generar ineficiencias y pérdidas. Warren Buffett, el icónico inversionista, advierte: “Nunca inviertas en un negocio que no puedas entender”. Ello aplica a la formulación de proyectos: los gestores deben comprender profundamente el modelo de negocio subyacente antes de comprometer recursos. 

Además, la formulación debe incorporar el análisis PESTEL (Político, Económico, Social, Tecnológico, Ambiental, Legal) para complementar el FODA y anticipar factores exógenos, como cambios regulatorios o incentivos fiscales para proyectos sostenibles. Tambien habría que considerar la integración de criterios ESG (Ambiental, Social, Gobernanza), cada vez más relevante, ya que los inversores exigen proyectos que no solo generen rentabilidad, sino que también cumplan con estándares de sostenibilidad. Por ejemplo, un proyecto de infraestructura podría priorizarse si reduce emisiones de carbono, alineándose con normativas ambientales. Los costos asociados con la sostenibilidad (por ejemplo, tecnologías de descarbonización) deben integrarse en el TCO, mientras que los beneficios, como incentivos fiscales o mayor aceptación social, pueden mejorar el VAN. Por ejemplo, un proyecto con un WACC ajustado por riesgos ESG (tal como el aumento del costo de capital por regulaciones ambientales) podría requerir un análisis más riguroso para justificar su viabilidad. 

III. El análisis de negocios: base para la toma de decisiones 

Un punto importante para considerar en la evaluación de proyectos es el análisis de los estados financieros, parte del análisis de negocios. El análisis de negocios es la evaluación de las perspectivas y los riesgos de una compañía con el propósito de tomar decisiones de negocios. Estas decisiones se extienden a la valuación del capital y la deuda, la evaluación del riesgo de crédito, las predicciones de utilidades, e incontables decisiones. El análisis de negocios ayuda a tomar decisiones informadas y contribuye a estructurar la tarea de decisión mediante una evaluación del ambiente de negocios de una compañía, de sus estrategias y de su desempeño. 

Dentro de este marco, el análisis de estados financieros es fundamental, ya que permite evaluar la salud financiera y proyectar flujos de caja. Este análisis incluye métricas como el Flujo de Caja Libre (FCF), calculado como:FCF=EBIT⋅(1−Tc)+Depreciacioˊn−ΔNWC−CapEx  

FCF = EBIT*(1−IR%) + Depreciación – Inv. Capital de Trabajo – Inv. Activos Fijos 

Donde: 

EBIT: Es la utilidad antes de intereses e impuestos 

IR: El impuesto a la Renta 

El análisis de negocios eleva la evaluación y formulación más allá de lo financiero, enfocándose en la creación de valor e incluye la gestión de riesgos mediante técnicas como el Análisis de Monte Carlo, que simula miles de escenarios para estimar probabilidades de éxito. Esto es vital en industrias volátiles, donde factores exógenos, como cambios regulatorios o shocks geopolíticos, pueden alterar las proyecciones realizadas.  

Peter Drucker enfatizaba en que “la mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Por ello, la formulación debe fomentar la innovación, mientras que la evaluación asegura la resiliencia. El Retorno sobre la Inversión (ROI) mide el beneficio neto relativo a los costos, pero debe ajustarse por inflación y riesgos no cuantificables. 

IV. Evaluación de proyectos: herramientas financieras y gestión de incertidumbres 

La evaluación de proyectos no solo depende de herramientas financieras tradicionales como el Valor Actual Neto (VAN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR), sino que también debe incorporar el análisis de riesgos y la gestión de incertidumbres. En la evaluación de proyectos, el análisis de los estados financieros desarrolla un papel fundamental, ya que permite tomar decisiones informadas sobre la rentabilidad y viabilidad de una iniciativa. 

El VAN se utiliza para calcular el valor presente de los flujos de caja futuros descontados a una tasa de descuento. Un VAN positivo indica que el proyecto generará valor superior al costo de oportunidad del capital. Este costo se mide a través del WACC (Costo Promedio Ponderado de Capital), que representa el costo promedio de financiar los activos a través de todas las fuentes de capital, incluyendo tanto la deuda como el patrimonio. El calculo es el siguiente:  

WACC = E/V*Re + D/V * Rd * (1−IR) 

Donde: 

E: Es el valor del patrimonio  

D: Es la deuda 

Re: Es el costo del patrimonio  

Rd: Es el costo de la deuda 

Por otro lado, la TIR representa la tasa de descuento que hace que el VAN sea igual a cero. Los proyectos con una TIR superior al WACC se consideran viables, pero para una evaluación integral es crucial complementarlo con el Período de Recuperación, que mide el tiempo necesario para recuperar la inversión inicial. Este indicador es especialmente valioso en proyectos con alta incertidumbre. 

V. Generación de valor 

Se considera que un proyecto crea valor cuando genera excedentes después de haber pagado el costo del capital utilizado. Esto se mide a través del EVA (Valor Económico Agregado), el cual, más que un indicador, es un instrumento de gestión que permite incorporar nuevos proyectos que crean valor y eliminar aquellos que, aun teniendo utilidades, reducen el valor de la empresa. 

Para aumentar el EVA hay que tener en cuenta que la búsqueda de áreas de negocios debe estar dirigido a implementar proyectos que logren incrementar la utilidad neta de operación. Esta debe ser superior al aumento en el costo de capital agregado, en resumen, el beneficio debe ser superior a los costos considerando el costo de oportunidad la cual es una gran deuda de la contabilidad tradicional.  

Debemos tener en consideración la diferencia entre el EVA y el VAN, dos conceptos muy importantes en finanzas. También tener en cuenta que el VAN calcula rentabilidad sobre flujos proyectados y el EVA lo hace de manera periódica sobre resultados efectivamente alcanzados. De este modo, el EVA mide el desempeño real de los activos. Como advierte Buffett: “La primera regla de una inversión es no perder (dinero)”.  

VI. Conclusiones 

  • La formulación y evaluación de proyectos son procesos interdependientes que combinan análisis estratégico, financiero y de riesgos para maximizar la creación de valor.  
  • Herramientas como el VAN, TIR, EVA y el Análisis de Monte Carlo, junto con enfoques avanzados como las opciones reales, permiten a los gestores tomar decisiones informadas en entornos inciertos.  
  • La integración de criterios ESG y tecnologías como la inteligencia artificial para optimizar proyecciones refuerza la relevancia de estos procesos en el contexto actual.  

Referencias 

Drucker, P. F. (1973). Management: Tasks, Responsibilities, Practices. Harper & Row.  

Buffett, W. E. (1977–2023). Letters to the shareholders of Berkshire Hathaway Inc.  

Porter, M. E. (1979). How Competitive Forces Shape Strategy. Harvard Business Review.  

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